Dormir lo suficiente ayuda a reparar y regenerar la piel. Cuando dormimos, el cuerpo entra en modo de autorreparación, que incluye la reparación de la piel.
Por lo tanto, mantener un horario regular y dormir al menos 7-8 horas por noche es muy importante para mejorar el tono de la piel. Además, también es muy importante evitar trasnochar y estar demasiado cansado.